Barcelona (Xavier Delclòs)

Acceso a transporte público

El acceso a un servicio de transporte público regular es un elemento fundamental de un sistema de movilidad saludable y sostenible. La disponibilidad de opciones de transporte público cerca de viviendas y lugares de trabajo incrementa la proporción de desplazamientos utilizando este medio, promoviendo así tanto la movilidad sostenible de la población como la actividad física derivada de los desplazamientos a pie en el acceso a las paradas y estaciones. Esto contribuye a mejorar la capacidad de movilidad de la población y así impulsar las oportunidades laborales y de interacción social, a la vez que mejorar la salud individual y evitar la contaminación derivada del uso de otros modos motorizados. No obstante, no cualquier oferta de transporte público es suficiente. Los dos principales factores clave en la determinación de la calidad de un determinado servicio de transporte público se refieren a su cobertura espacial y a su frecuencia de paso, especialmente en las horas punta. La cobertura espacial se refiere a la extensión espacial de la red de transporte público en una ciudad, lo que resulta en un grado de acceso u otro. No obstante, tener acceso a pie es una condición necesaria pero no suficiente. Es necesario que los servicios de transporte colectivo cuenten con la máxima frecuencia de paso posible.

Figura 3

En las ciudades analizadas existe una considerable diversidad de opciones de transporte público (Tabla 6), según los datos GTFS disponibles para cada ciudad. Destacan, a nivel de cobertura de transporte colectivo, las ciudades de mayor rango demográfico (Madrid y Barcelona). A nivel de modos de transporte, los más comunes son el autobús urbano e interurbano (existentes en todas las ciudades), seguidos del tren, el tranvía y el metro. Mientras que todas las grandes ciudades españolas cuentan con sistemas de autobús urbano y/o interurbano, y todas excepto Las Palmas de Gran Canaria cuentan con servicios ferroviarios, tres de ellas no cuentan, como mínimo, con una línea de metro (Las Palmas de Gran Canaria, Murcia y Zaragoza). Por lo que se refiere al tranvía, solo en los casos de Las Palmas, Málaga y Palma no existe este tipo de servicio (a pesar de que algunas de estas ciudades cuentan en la actualidad con proyectos para su creación en el corto plazo). Más allá de estos, existen también otras formas de transporte público, como es el caso de sistemas de teleférico o funicular, presentes en Barcelona y Bilbao1.

Tabla 6. Acceso a estaciones o paradas de transporte público.


Según los datos extraídos de los distintos operadores locales y regionales en base a sus datos GTFS, en todas las ciudades analizadas la mayor parte de población tiene acceso a algún tipo de servicio de transporte público (Tabla 6 y Figura 5), desde Murcia (23,8% de la población con acceso), hasta los máximos en las ciudades de Barcelona, Bilbao, Madrid o Palma, en las que el 90% de la población o más tiene acceso a paradas de transporte público, mientras que en el resto de ciudades es entre el 70 y el 85% de la población que dispone de acceso espacial a servicios de transporte colectivo. Más allá de la cobertura espacial de las redes de transporte público, resulta de especial interés observar las diferencias una vez se considera la frecuencia de los distintos servicios. En este caso, solo las ciudades de Bilbao y Barcelona superan el 85% de la población con acceso a transporte público con una frecuencia de paso inferior a los 30 minutos e incluso inferior a los 20 minutos.

Figura 3

Figura 5.
Acceso a transporte público según nivel de frecuencia.

1. En otras ciudades pueden existir otras formas de transporte colectivo, por ejemplo Teleférico de Madrid, pero no se han encontrado datos GTFS disponibles.