Barcelona (Xavier Delclòs)

Accesibilidad general y caminabilidad

Uno de los aspectos más cruciales en el diseño de ciudades sostenibles y saludables es el que se refiere a la caminabilidad del entorno construido. Se entiende por caminabilidad el grado en el que el entorno facilita y favorece la movilidad peatonal, siendo esta la forma de desplazarse más eficiente a nivel ambiental, más democrática (siendo la que cuenta con menores barreras de adopción) y saludable por sus implicaciones a nivel de actividad física. La caminabilidad se configura a distintas escalas, des de la disposición y características de la trama urbana hasta el diseño concreto del espacio público. A pesar de que existen varias definiciones posibles de caminabilidad, a cada una de esas escalas, habitualmente se operativiza y como la combinación de una serie de características urbanas relacionadas con los indicadores presentados en los apartados anteriores. Concretamente, las definiciones tradicionales de caminabilidad sustentan que ésta varía en función de la densidad construida y de población, del acceso a bienes y servicios, o de la disposición de los usos del suelo en el territorio, y de aspectos relativos al diseño de la trama urbana y del espacio público, como puede ser la densidad de intersecciones. Así, tal y como se ha mencionado en el apartado metodológico de este documento, en este proyecto la caminabilidad se define como la combinación de la densidad de población, la densidad de intersecciones, y un indicador general de accesibilidad que engloba el acceso a tiendas de alimentación, a tiendas de barrio y a paradas de transporte público.

Figura 3

Figura 7.
Índice de accesibilidad general: porcentaje de población según el grado de acceso.

Por lo que se refiere al índice de accesibilidad general, los resultados mostrados en la Tabla 8 y, por categorías, en la Figura 7, indican que, a nivel global y de forma ponderada por población, las ciudades de Barcelona y Bilbao son las más accesibles en el contexto de las diez grandes ciudades españolas. Le siguen Madrid y Sevilla, Zaragoza, Palma, Valencia, Málaga, Las Palmas de Gran Canaria y Murcia, en este orden.

Cuando este indicador se combina con la distribución de la densidad de población y la densidad de intersecciones, se observa que no existen grandes diferencias, con lo que se confirma, en general, el mismo orden por lo que se refiere a la caminabilidad. Barcelona y Bilbao se erigen como las ciudades más caminables a nivel global, seguidas de Sevilla y Madrid, en este caso. Por la cola encontramos el caso de Murcia y de Málaga.

Tabla 8. Valores de accesibilidad general y caminabilidad en las ciudades analizadas.


Como en casos anteriores, índices abstractos como el de accesibilidad general o incluso el de caminabilidad pueden ser de difícil interpretación sin un elemento comparativo o un valor de referencia. Es por este motivo que puede resultar de más utilidad identificar el porcentaje de población que reside en distintos umbrales de caminabilidad, en relación a los valores medios en el conjunto de las diez ciudades analizadas. Así, en la mitad derecha de la Tabla 8 se observa de qué modo el 85% de la población en Barcelona, en primer lugar, reside en entornos con una caminabilidad superior a la mediana de las diez ciudades, seguida por Bilbao (81,3%), Sevilla (81,1%), Madrid (77%) y Valencia (73,9%). En un segundo grupo encontramos el caso de Zaragoza y Palma (67,5 y 69%, respectivamente), a las que les siguen Las Palmas de Gran Canaria y Málaga (63,8% y 57,4%) y, por último, el caso de Murcia, en el que el 39,2% de la población reside en este tipo de entornos caminables. Este patrón esta claramente relacionado, a su vez, con la proporción de población que reside en barrios con una caminabilidad que se encuentra por debajo del primer cuartil de caminabilidad a nivel de las diez ciudades (por ejemplo, en Murcia este es el caso del 32,5% de la población), o, por el contrario, el porcentaje de población que reside en entornos con una caminabilidad superior al tercer cuartil de las diez ciudades (siendo claro el caso de Barcelona y Bilbao, con más del 60% de la población en esta situación).

Figura 5